Una labor en conjunto por el desarrollo de la niñez y adolescencia
Por Mario Acosta
Gerente de Proyecto «Mejoramiento de la atención de niños, niñas y adolescentes
retornados y sus familias de los CANAF de San Miguel y de Usulután»
El artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos expresa: “toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado”. La dificultad encontrada es que las migraciones de niñas, niños y adolescentes, generalmente lo hacen de forma irregular; poniendo en riesgo sus vidas y la garantía de cumplimiento de sus derechos, obstaculizando su desarrollo óptimo en su educación, seguridad, protección y dignidad como seres humanos.
Desde el Estado Salvadoreño se han buscado alternativas con congresistas y senadores democráticos norteamericanos para encontrar alternativas concretas y frenar la migración irregular de ciudadanos centroamericanos a Norteamérica; y muestra de ello, se tuvo una reunión en Casa Presidencial, para mostrar los logros alcanzados en tema de migración, señalando que se ha contribuido en una disminución del 60%, además argumentando que en las caravanas que se han realizado; El Salvador, es el país que menos ciudadanos y ciudadanas han participado en esta modalidad, según lo expresó el canciller salvadoreño, Carlos Castaneda[1]
Desde el proyecto “Mejoramiento de la atención de niños, niñas y adolescentes retornados y sus familias de los CANAF de San Miguel y de Usulután”, financiado por UNICEF, se busca el contribuir a la mejora de la protección integral y defensa de los derechos de la niñez, adolescencia y familiares retornados; para ello se busca a nivel territorial, específicamente en los municipios de San Miguel y Usulután, la articulación de diferentes instituciones que puedan sensibilizarse y acompañar en estos procesos de protección; contribuyendo en brindar un servicio de calidad a la población, dando respuesta a sus necesidades sentidas, cumpliendo con sus derechos y encontrando alternativas reales y concretas para el sostenimiento de sus familias y el descubrimiento de nuevos proyectos de vida a nivel personal y familiar.
La labor que se realiza desde el territorio es sumamente importante, porque de ello depende que se puedan construir mejores condiciones de vida para las niñas, niños, adolescentes y familiares retornados. La decisión de acompañar como persona natural o como referente institucional a esta realidad que golpea a la niñez y la adolescencia contribuirá a la protección integral.
Save the Children ha contribuido en el fortalecimiento de competencias a funcionarios y actores locales para el abordaje de casos recepcionados por los Centros de Atención a Niñez, Adolescencia y Familia (CANAF); ha contribuido en la entrega de kit de alimentación y de higiene personal a familias seleccionadas por los CANAF y se han realizado diferentes coordinaciones con actores locales para la sensibilización de ésta realidad y la implementación de la construcción de Planes de Vida en la búsqueda de ampliar su campo visual desde su contexto inmediato y con ello brindar protección a que la migración de carácter irregular vaya disminuyendo en nuestro país.